La mayoría de las empresas son ya conscientes de la importancia de adaptarse a la Industria 4.0, pero muchas no han logrado diseñar la mejor ruta para hacerlo. No han conseguido descifrar el proceso a seguir o no han encontrado al partner tecnológico ideal.
Hemos pasado los años de “evangelización”
La etapa donde se explicaba y concienciaba a la industria de que la entrada de nuevas tecnologías no era sólo una nueva moda ha pasado. Ahora sabemos que era una nueva era que llegaba para quedarse.
Nos encontramos con distintos motivos por los que a muchas empresas les está costando superar la transformación digital:
*Entorno V.U.C.A (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad):
Estamos en un entorno complejo, propio de un cambio disruptivo como lo es una revolución industrial. Es volátil por los cambios frecuentes que se están produciendo y genera incertidumbre, ya que es casi imposible predecir lo que sucederá durante la transformación.
*Punto de partida:
No hay dos sectores industriales que se encuentren al mismo nivel de madurez en cuanto a la utilización de tecnologías, cada una va a su propio paso implementándolas gradualmente. Esto se presenta como una posible dificultad a la hora de no contar con una evolución en “bloque”.
*Naturaleza del proyecto y compromiso:
A pesar de ser un proyecto tecnológico, algunas empresas cometen el error de pensar que debe ser sólo llevado por el departamento de IT, cuando realmente debería ser por toda la empresa. La propiedad y responsabilidad del proyecto debe recaer en toda la empresa. Sino es así, el proceso de transformación puede no llegar a realizarse completamente.
*El cliente:
Es “quien nos guía e inspira” para la transformación tecnológica en las empresas, y quien “las empuja” hacía la digitalización. Para las empresas del S.XX analógicas, puede ser una amenaza ya que el cliente actual se ha digitalizado y el cliente futuro encarnará la 2ª generación nativa digital. Éste ha evolucionado y es más exigente, se ha empoderado, demandando la misma evolución a todas las empresas que le prestan servicios y le sirven productos.
*Compromiso y medición de resultados:
La decisión de apostar por la modernización de la empresa, siendo liderado por un departamento o grupo de trabajo específico, es un compromiso de toda la organización, con involucración total a largo plazo y de todos los departamentos, pues todos se verán afectados.
Se debe definir un plan estratégico a largo plazo, que dé pie a planes tácticos a medio plazo y finalmente a proyectos muy específicos a corto plazo donde se podrán medir los resultados y beneficios conseguidos.
*Liderazgo y Project Management:
El concepto de Industria 4.0 engloba todas aquellas nuevas tecnologías destinadas a incrementar productividad y eficiencia en las fábricas, por tanto, de manera general, la responsabilidad de definir y gestionar estos proyectos específicos debe ser de aquellos departamentos de la empresa, relacionados con la producción, logística, mantenimiento, mejora continua, industrialización y calidad, entre otros.
*Tecnologías 4.0:
Muchas empresas cometen el error de creer que cualquier tecnología funcionará para su empresa, mientras sea una “tecnología puntera”. Debemos ser más cautos, críticos y analíticos para poder tener muy claro si estas tecnologías nos van a ser verdaderamente útiles.
*Talento y personas:
Las personas y el modelo organizativo son lo más importante a tener en cuenta para conseguir una transformación digital total en la organización. Por ejemplo, será muy importante saber cómo combinar distintas generaciones en el entorno laboral, que trabajen perfectamente en sincronía, aportando conocimiento tecnológico y experiencia industrial por igual.