En BETWEEN trabajamos cada día por la diversidad. Por eso, hemos llevado a cabo, junto con Fundación Adecco, una jornada de diálogo con Pablo Pineda, primer universitario europeo con Síndrome de Down. La conversación tuvo como escenario el co-working Canòdrom en Barcelona y asistieron unas 80 personas. Así, estuvo amenizada por Pau Guarro i Oliver, Director General de BETWEEN, y César Fandiño, consultor de proyectos en Fundación Adecco.

 

80 personas asistieron a la Jornada de diálogo sobre diversidad.

Esta jornada de diálogo, que duró aproximadamente una hora, viajó por temas muy diversos, haciendo primero un recorrido por la vida de Pablo Pineda y acercándose a temas como la diversidad en la sociedad, y más concretamente, en las empresas. Sobre este último punto y relacionado con la inclusión de personas con capacidades diversas en las compañías, Pablo ha asegurado que “las empresas deben salir de su zona de confort e innovar, y que mejor forma de innovar que apostar por el talento, ese talento que está oculto por las apariencias”. Para el malagueño, es un imperativo que desaparezca la coraza de apariencias y prejuicios, y que las entidades se interesen por lo que saben hacer. En definitiva, evitar ese discurso del “no pueden”, ya que Pablo explica que la sociedad envía continuamente a la gente con alguna discapacidad el mensaje de “no va a poder”, algo limitante, porque parte de una ideas y prejuicios previos.

 

En este sentido, Pablo también ha comentado que las empresas tienen que vivir en la inclusión, creérselo, para que la inclusión sea una realidad”. Esta idea se fundamenta en un cambio de mentalidad para que, augura Pablo, “en el futuro no haya cupos ni leyes que obliguen a las empresas a contratar gente con discapacidad, sino que sean ellas mismas quienes exijan este tipo de perfiles”.

 

 

Pablo Pineda: «El Síndrome de Down no es una losa que te cae encima»

 

Pau Guarro y Pablo Pineda en la jornada de diversidad

Pau Guarro, Director General de BETWEEN, y Pablo Pineda en la jornada.

Esta conversación ha girado alrededor de la figura de Pablo Pineda quien ha detallado sobre las personas con Síndrome de Down: “la sociedad española ha esperado que fuéramos personas dependientes al cobijo de nuestros padres, siempre en casa con un nivel educativo bastante elemental, en definitiva, personas que fueran infelices o desgraciadas. Pero yo he sido super feliz, por eso rompo lo que se esperaba de mí. El Síndrome de Down no es una losa que te cae encima. Yo he llegado a la universidad, soy el único caso en Europa”.

Al hablar de su infancia, Pablo cuenta que él fue consciente de que tenía Síndrome de Down con 11 años, pero que no por eso su vida cambió. “Lo descubrí de forma natural, un profesor fue quién me dijo que tenía Síndrome de Down. Entonces le pregunté si era tonto. Me dijo que no y que podía seguir estudiando con normalidad. Nunca me ha pesado tener Síndrome de Down”. Precisamente, Pablo es muy claro a la hora de asegurar que el Síndrome de Down no le define, no le condiciona. “Es una característica más como quién tiene los ojos azules. Si uno piensa que lo es ya va mal, en cambio, si piensas que lo tienes puedes hacer lo que te dé la gana”.

Pablo es el único universitario en Europa con Síndrome de Down. “Me matriculé en 1995 en Magisterio. Llegué a una institución que era la elite y que nunca habían visto a alguien con Síndrome de Down. En ese momento te tienes que hacer valer”. El malagueño dice que en magisterio “aprendí lo que es la empatía y a vivirla”. Aun así, Pablo no ha podido ejercer de profesor para niños, pero cuenta que “ahora con mi actual trabajo como consultor de diversidad de la Fundación Adecco enseño a mayores”. Tiene muy clara su misión: “soy un cirujano de las palabras. Cojo el bisturí, abro cerebros, les saco prejuicios y meto nuevas ideas”, asegura entre risas.